Se suele decir que el trabajo híbrido ha venido para quedarse. Lo cierto es que lo hizo hace 20 años, solo que muchos no se han sentido obligados a implementarlo hasta ahora. En esas dos décadas, en bicg hemos implementado el trabajo híbrido en numerosas organizaciones y lo seguimos haciendo. Por eso, hemos conocido de primera mano lo que funciona y lo que no, lo que significaba esta modalidad en el pasado y el significado que adquiere hoy, las claves de hacer que sea una oportunidad y los fallos que lo convierten en un mal menor (en el mejor de los casos). Aquí van 10 claves de lo que hemos aprendido y de lo que se debe evitar si queremos que nuestro modelo de trabajo híbrido sea un éxito y suponga una oportunidad para trabajar mejor de cara al futuro.