Las Nuevas Sedes Corporativas

- Fernando Vallejo, Director General en bicg

¿»Nuevas»? Yo diría que evolucionadas más que nuevas. Al fin y al cabo, reinventar la rueda nunca ha funcionado, ¿verdad?

La idea principal en la que todos podemos estar de acuerdo es la siguiente: ‘La humanidad en su conjunto se ha unido para cuestionar si el espacio de trabajo convencional para los profesionales del campo del conocimiento sigue siendo la oficina tradicional tras un experimento masivo con el trabajo a distancia’. Y sobre esto se ha escrito mucho. No nos detendremos en las mismas conclusiones ni daremos mensajes ambiguos. Con este artículo, nuestra intención es resumir lo que, según nuestra experiencia, diferenciará las estrategias en el lugar de trabajo en los próximos años.

¿Preparados?

Tu espacio de trabajo tiene que competir con la casa de tus empleados.

En los últimos años, hemos tomado decisiones vitales importantes: buscar casas más grandes en barrios o ciudades diferentes, equiparlas con todos los medios necesarios para trabajar cómodamente… Entonces, ¿cómo puede un espacio blanco, minimalista y frío ser más tentador y atractivo que mi propia casa cálida, cómoda y colorida? Las empresas deben diseñar las oficinas como entornos agradables y atractivos en los que uno se sienta casi mejor que en su propia casa.

80-20, pero al revés.

Tradicionalmente, las oficinas se caracterizaban por tener un 80% del espacio dedicado al trabajo individual y el 20% restante a la colaboración (a través de salas de reuniones). Aunque esta proporción ha ido cambiando en la última década hasta situarse en torno al 60-40%, la demanda actual de ir a la oficina es principalmente para colaborar y socializar con los compañeros de trabajo. Por tanto, las proporciones se han invertido por completo. Asigna el 80% del espacio de tu oficina a la colaboración, las reuniones y la socialización, y reserva el 20% al trabajo individual.

Ya que voy… ¿Qué más puedes ofrecerme?

Una vez que hemos convencido a los profesionales de que la oficina es un espacio agradable en el que pueden colaborar según sus necesidades… ¿qué tal si hacemos que se enamoren de su lugar de trabajo ofreciéndoles servicios de valor añadido que les faciliten la vida y compensen el tiempo invertido en los desplazamientos? Y dirás: «Pero si ya tenemos comedor, cafetería, auditorio y hasta gimnasio en nuestras instalaciones…». Sí, pero ya no se trata solo de lo que ofreces, sino de cómo lo ofreces. Estos servicios, al igual que la estrategia del lugar de trabajo, deben ser híbridos, ágiles, sostenibles, experienciales y, sobre todo, hay que crear un diálogo abierto con nuestros empleados para entender realmente qué les aporta valor.

Crear una historia, una experiencia única, es la clave del concepto.

Además de todo lo mencionado anteriormente, es importante dar vida a la oficina. Considerar el espacio de forma estéril es un error. A diferencia de antes, cuando los empleados no tenían alternativa a la oficina y se limitaban a ir allí y utilizarla, ahora hay que hacer que cobre vida. Debe ser un espacio en el que las cosas sucedan de forma activa y la experiencia esté en consonancia con la cultura de la organización.

Mezclar propósitos.

Y por último… ¿la oficina tiene que ser solo una oficina? ¿Necesitamos un espacio privado con una única finalidad? Igual que en las ciudades los espacios tienen múltiples usos, y los hoteles ya no son sólo hoteles sino también restaurantes, clubes, terrazas y piscinas de verano… ¿Por qué no podemos hacer lo mismo con las oficinas? ¿Y si en un mismo espacio conviven un club deportivo y una oficina? ¿O un espacio de co-living y coworking? ¿O un lugar para eventos? ¿Y si hay un bar?

No voy a desvelar nada más. Si quieres descubrir cómo convive un bar dentro de una oficina, te invitamos a visitar la nuestra… Ven a visitarnos a The Club, by bicg.»

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